Jueves 21 de Noviembre de 2024

Boragno, los 60 años de una de las panaderías más tradicionales del distrito

“Hasta los ’80 prestábamos el teléfono a los vecinos, para hacer sus llamados a Pilar o Capital Federal, la panadería entonces funcionó como una especie de ‘teléfono público’”


  • Domingo 10 de Enero de 2021
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“Sesenta años junto al pan”, reza el lema impuesto por los titulares de uno de los más arraigados negocios de la segunda ciudad del distrito. Fue creada por Ricardo Boragno el 20 de diciembre de 1960 cuando alquila un local en Belgrano y Toro, donde aún funciona una panadería de otro de los históricos derquinos en el rubro: Miguel Ángel Codaro. En 1968 compran unas parcelas sobre Avenida de Mayo, muy cerca del paso a nivel del Ferrocarril San Martin e inician la construcción de un local, el que con continuas modificaciones y ampliaciones se mantiene hasta ahora.

“Hasta 1960 vivíamos en Tuyuti, un pueblito del partido de Mercedes. Mi padre trabajaba en el reparto de una panadería del lugar hasta que una gran inundación le hizo tomar una drástica decisión: vender lo poco que tenía y alquilar un local en Presidente Derqui, en la esquina de Belgrano y Toro donde hoy funciona una de las panaderías de la familia Codaro. Allí, junto a mis dos hermanos mayores, Ronaldo e Iván emprenden el negocio”, recuerda Omar Boragno en diálogo con Resumen..

“Por aquel entonces mi hermana Clarita y yo éramos chicos aun. Clara con 14 años y yo con 12, de todas maneras le dábamos una mano al resto de la familia. Yo acompañaba a los encargados del reparto que se hacía en carro, sobre todo en pequeños almacenes de la zona de Villa Astolfi, en una época en que todos los caminos eran de tierra.  Con mucho esfuerzo, la empresa familiar prosperó y mi padre pudo comprar unos terrenos sobre Avenida de Mayo 480 y Caseros ( hoy Eva Perón) muy cerca del paso a nivel del San Martin, donde en 1968 se construyen la cuadra y el local de venta al público”, continuó.

“Por razones de vida, hoy estamos al frente del negocio mi hermana Clara y yo, aunque sigue siendo una empresa familiar, ya que mis hijos Ezequiel e Ivan están encargados de la distribución a comercios, siguiendo un poco aquellos pasos míos pero ahora con modernas camionetas. Los domingos también se integra mi hija Marian, que deja sus ocupaciones como abogada, para ocuparse de la atención al público, al igual que una de mis dos nueras –Julieta-, muy competente por cierto,  y cuando hay mucho trabajo tengo el apoyo también de mi yerno Alejo”, amplió.

Hace diez años se festejaban los 50 años de la panadería con una gran fiesta, transformando las distintas dependencias en un verdadero salón de fiestas.

Si, era un festejo que veníamos planeando desde hacía tiempo. Siempre nos propusimos como meta festejar las Bodas de Oro de la panadería.Cuando hubo que elegir un lugar para la fiesta, mi hija Marian propuso que la hiciéramos acá. Yo dudaba un poco, porque tenía miedo que el lugar resultara chico para toda la gente que pensábamos invitar a la fiesta, pero finalmente se acondicionó todo de tal manera que quedaron muy bien ambientados varios espacios, entre ellos el lugar donde estacionan las camionetas, el sector de atención al público y otras dependencias. La fiesta realmente salió muy bien, con mucha gente amiga de Presidente Derqui y Pilar y proveedores que vinieron de distintos lugares. Teníamos planeado un festejo similar para estos 60 años, pero el tema de la Pandemia nos obligó a desistir de la idea. Ojala estemos para organizar los 70 años de Panadería Boragno.

Nunca se pensó en festejar antes de los 50 años, aunque siempre se realizaron mejoras en el negocio. Por ejemplo a principios de los ’70 se compró un grupo electrógeno de grandes dimensiones, que incluso prestamos a los organizadores de los corsos en dos años donde hubo apagones en la localidad, algo que ocurría muy seguido por aquellos años,  En 1978 se construyó el segundo horno de mampostería y en 1988 llegan los hornos rotativos, una amasadora rápida y trinchados de la marca “Argental”. En 1995 se renueva el local de atención al público y en 2010 con motivo de las Bodas de Oro, se hace una nueva remodelación, que es la que hoy ofrecemos al público que nos visita.

Otro dato anecdótico es que hasta los ’80 prestábamos el teléfono a los vecinos, para hacer sus llamados a Pilar o Capital Federal, la panadería entonces funcionó como una especie de “teléfono público” también, hasta que se creó la Cooperativa y comenzó a ofrecerse  telefonía nacional hogareña masivamente a muchas familias derquinas.

“Hasta los ’80 prestábamos el teléfono a los vecinos, para hacer sus llamados a Pilar o Capital Federal, la panadería entonces funcionó como una especie de ‘teléfono público’”

A pesar del auge de los hornos convectores y rotativos, nunca dejaron de fabricar pan en hornos de leña.

No, incluso hace poco construimos un horno nuevo más, que nos costó mucho, porque ya no hay gente que se dedique a eso, salvo para ciertas pizzerías, que aun usan hornos a leña, que son muy pocas y por cierto hablamos de hornos mucho más chicos que los que se precisan en una cuadra de panadería. Acá las facturas se cocinan únicamente en hornos a leña, sin dudas uno de los secretos para lograr un producto muy requerido no solamente por nuestros clientes de Derqui, sino de otras localidades, al igual que nuestro pan dulce, cuya receta me la dejaron mis maestros pasteleros  Gino Redolfi y Ángel De Brito, a quienes recuerdo siempre con gratitud por todo lo que me enseñaron. Puedo decir con orgullo que llevo 60 años de facturero, porque aún sigo haciendo facturas todas las tardes, es algo que me gusta y a lo que me dedico con gran entusiasmo. Algo que incorporamos hace décadas son las pastas frescas los fines de semana, que también se han convertido en un clásico del negocio.

Volviendo al tema de los hornos a leña, en esta época del año también recibimos lechones, corderos y patas de cerdo para asar, una actividad que ya se ha transformado en algo tradicional para la fiestas de Navidad y Año Nuevo, con clientes que todos los años renuevan su confianza en nuestros maestros asadores, que son los mismos que hacen el pan todos los días.

En cuanto a nuevos productos, estamos produciendo un pan “larga vida”  que tarda días en endurecerse, lo bautizamos “francerito” y entró muy bien en el mercado.

Hubo un momento en tu vida que debiste elegir entre el tango y la panadería.

Sí, yo tenía entonces veinte y pico de años y me había convertido en bailarín de tango profesional. Llegué a actuar en importantes locales tangueros donde logré importantes premios y ser reconocido en un ambiente que por aquellos años estaba en decadencia, ya que nos habían invadido otros ritmos y el tango pasó a ser solo para un grupo reducido de entusiastas, entre los que me encontraba. El baile tango es mi gran pasión y aun lo sigo practicando, cuando puedo y mientras se podía. Mis grandes maestros fueron Virulazo y Elvira, quienes se convirtieron en grandes amigos, tanto que bailaron en mi casamiento. Pero llegó un momento en que tuve que elegir entre mis dos pasiones, la panadería y el tango, ya que ambas actividades requieren mucho tiempo y dedicación, todos los días de la semana, de lunes a lunes. Yo venía de actuar de Capital, me cambiaba y empezaba mí actividad como panadero. Los horarios se superponían y se hizo muy complicado seguir. Así que decidí colgar el traje, los zapatos con taquito militar y vestirme definitivamente con el uniforme blanco de panadero.

“Puedo decir con orgullo que llevo 60 años de facturero, porque aún sigo haciendo facturas todas las tardes, es algo que me gusta y a lo que me dedico con gran entusiasmo”

Años después llegó la noticia del éxito de la compañía  “Tango Argentino” en Estados Unidos, que tenía entre sus integrantes a Virulazo y Elvira. Ese gran reconocimiento a nuestro Tango Argentino en el exterior, marcó la resurrección del tango baile y su difusión en todo el mundo. El refrán de ‘nadie es profeta en su tierra’ cabe para explicar lo que pasó. Hoy hay profesores argentinos de tango triunfando en todo el mundo, desde hace años se realiza el mundial en nuestro país, e incluso varios jóvenes y diestros profesores pilarenses están siendo contratados todos los años para viajar a Europa, Asia y otras latitudes adonde gustan mucho de bailar el ritmo del 2 x 4. Siempre me pregunto qué hubiera pasado conmigo si esto hubiera pasado cuando yo integraba aquel selecto grupo de bailarines de tango profesional.

¿Como ves el futuro de Panadería Boragno?

Yo lo veo muy bien, el negocio está consolidado. Tratamos siempre de ofrecer lo mejor en la venta diaria con una esmerada atención al cliente. Estamos pasando por un buen momento. Debo reconocer que el efecto de la Pandemia no nos perjudicó, como lamentablemente a otro tipo de negocios. Con todos los protocolos de seguridad seguimos atendiendo a un público que es muy numeroso y nunca paramos. También hemos tenido la suerte de que ninguno de nuestros empleados se haya contagiado de Coronavirus, a pesar de que aquí trabaja mucha gente, entre 20 y 30 personas.

Por otra parte, con la incorporación de mis hijos  a la empresa, la continuidad está asegurada. Todavía no puedo hablar de mis nietos porque son muy chicos, la mayor tiene apenas 10 años, dos menos de cuando yo empecé ayudando en el reparto hace 60 años.

También tuviste tiempo para dedicarte a la política.

Tuve el orgullo se ser concejal por Presidente Derqui por la Unión Vecinal de Pilar. Fue una importante experiencia, que debo agradecer a dos dirigentes muy nobles y probos que me enseñaron lo mejor de la “buena política”, agradezco de corazón a Delmo Echart y sobre todo a Miguel Saric que me hayan abierto las puertas para poder haber cumplido con honor con la función pública durante cuatro años.

En uno de nuestro tantos viajes a La Plata, Delmo alguna vez me dijo que un buen político “debe salir de la política igual o con menos recursos que con los que entró”. Creo que es una gran enseñanza que todos los aspirantes a cargos públicos debieran aprender y aplicar.  Hace un tiempo un amigo me convenció a que lo acompañara en una lista, con la idea de construir un nuevo partido vecinalista: Walter Roldan. La idea en principio era que llegara el al Concejo Deliberante, pero no nos alcanzaron los votos.

Tenes puestos dirigenciales en dos entidades muy importantes.

Sí, soy presidente de los Bomberos Voluntarios de Presidente Derqui, institución que está pasando por un muy buen momento. Hace poco incorporamos una nueva autobomba a la flota y estamos a la espera de la llegada de otra.

“Delmo (Etchart) alguna vez me dijo que un buen político “debe salir de la política igual o con menos recursos que con los que entró”. Creo que es una gran enseñanza que todos los aspirantes a cargos públicos debieran aprender y aplicar”.

Por otro lado, soy vicepresidente de la Asociación Civil “Un Hospital para Pilar”, acompañando en esta noble tarea a su presidente Tono Aon. También tuve mi paso por el Rotary Club de Pilar.

Como hombre de la producción y observador de la realidad ¿Cómo ves al país hoy? ¿Tiene futuro la Argentina?

Lamentablemente, creo que Argentina entró en un camino sin salida. Para que resurja como país se debe volver al trabajo productivo. Con la computadora y el teléfono celular no vamos a salir adelante, ya que con eso no se produce. Lo único que está produciendo algo en Argentina es el campo. Estamos precisando urgentes planes que contemplen la producción como medio para salir del estancamiento en que estamos.

Yo que salgo todos los días a recorrer los barrios con el reparto, veo cada vez más merenderos y comedores solidarios. Al paso que vamos creo que Argentina se va a convertir en breve en un gran merendero, el más grande del mundo.

Oscar Orlando Mascareño

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