El integrante de la Escuela Municipal de Atletismo fue oro en los Bonaerenses y luego se consagró bicampeón nacional en 110 y 295 metros con vallas. Fue recibido por el intendente Ducoté y la directora general de Deportes.
El año de Thomas Pufahl no pudo haber sido mejor. En un 2018 inolvidable, el pibe del barrio San Alejo rompió varias marcas y se consolidó como una de las grandes promesas del atletismo local de cara al futuro cercano.
Tiene 15 años y en octubre se convirtió en el primer alumno de la Escuela Municipal de Atletismo en ganar una medalla de oro en los Juegos Bonaerenses pero el gran golpe lo dio un mes más tarde, cuando en Córdoba se consagró campeón nacional de los 110 y 295 metros con vallas de la categoría Sub 16. Fue el primer integrante del espacio dependiente de la Dirección General de Deportes en coronarse como el mejor del país.
“Fue un año tremendo y no me lo voy a olvidar nunca. Por eso quiero agradecer especialmente a mis entrenadores y compañeros que me bancaron siempre y que además también tuvieron un gran año”, comentó Pufahl luego de ser recibido en la Municipalidad por el intendente Nicolás Ducoté y la directora general de Deportes, Florencia Donatti.
“Es un orgullo para todo Pilar. Queríamos distinguirlo no solo por sus resultados sino también por el esfuerzo y compromiso que representa ser un atleta de elite y también por lo que inspira en chicos de su edad”, comentó Donatti al término del encuentro. “Es también una muestra del gran trabajo que permanentemente realizan los profesores”, agregó.
Thomas es parte de la Escuela Municipal de Atletismo desde hace tres años y la particularidad de su historia es que cuando llegó les comentó a sus profesores que las vallas no le gustaban para nada. “Empecé haciendo velocidad, no me gustaban las vallas para nada. Es más, cuando nos tocaba entrenar vallas hasta he faltado. Pero un día hicimos un entrenamiento diferente, motivador y no las solté más. Me enganché y hoy son parte de mi”, confió entre risas. Y tuvo palabras de elogio para sus técnicos, Pablo Chionetti y Valeria Paz: “son lo mejor que me pasó. Son como mis segundos padres. Me apoyan en todo, me aconsejan, me cuidan en cada momento. Son increíbles”.
La explosión de Pufahl se dio este año, en el que hizo podios en los Bonaerenses, los Evita y la frutilla del postre que significaron las coronas nacionales. “La verdad, hasta yo me sorprendo porque el año pasado corría completamente distinto. Quizás me faltaba entrenamiento, técnica y en esta pretemporada me enganché mucho más. El año pasado había participado en el Nacional y me fue mal. Eso fue motivación porque automáticamente pensé “en 2018 tengo que ganar todo porque es mi última oportunidad””, indicó.
De cara a 2019 y luego de unas vacaciones “muy cortas”, el representante local afrontará una dura pretemporada de cara a un año de múltiples exigencias y que además lo encontrará debutando en una nueva divisional: Sub 18. “No será fácil porque al cambiar de categoría, las pruebas son distintas pero el objetivo siempre es el mismo: seguir mejorando y me gustaría llegar nuevamente al Nacional”.
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