Rossi: "Quería ver la bandera a cuadros y sufría esperando que no pase nada"
Con un tercer puesto en el autódromo de Junín al mando del Toyota Corolla Cross, el piloto delvisense selló su sexto título en la categoría, el primero bajo el nuevo reglamento SUV.
Matías Rossi volvió a escribir una página dorada en el TC2000 al consagrarse campeón por sexta vez tras la fecha final de la temporada 2025 en el autódromo Eusebio Marcilla de Junín. A bordo del Toyota Corolla Cross, el piloto delvisense selló el título con un tercer puesto, resultado que le alcanzó para imponerse en el campeonato gracias a la regularidad mostrada a lo largo del año. La competencia fue ganada por el local Gabriel Ponce de León, escoltado por Franco Vivian.
La definición del certamen se adelantó cuando Emiliano Stang, principal rival y compañero de equipo de Rossi, sufrió la rotura del neumático delantero izquierdo mientras lideraba la carrera. Ese contratiempo técnico despejó el camino para que el representante de Toyota Gazoo Racing administrara la final sin asumir riesgos innecesarios y asegurara la corona.
El título tiene un valor histórico adicional al ser el primero del TC2000 bajo el nuevo reglamento técnico que incorporó vehículos SUV. De esta manera, Toyota se convirtió en la primera marca en consagrarse con este formato y cortó la racha de tres campeonatos consecutivos de Leonel Pernía. Para Rossi, la temporada se cerró con dos victorias, cinco podios y tres poles, alcanzando 193 puntos y quedando a solo un título del récord de Juan María Traverso, consolidando su lugar entre los grandes de la categoría.
Después de la victoria, el piloto local dialogó con el sitio Campeones acerca de lo acontecido en territorio juninense. "Muy feliz por el resultado, por el logro, porque sufrí las últimas instancias. Estuve liderando todo el campeonato y Emiliano (Stang) estuvo ahí siempre firme e hizo una gran temporada, lo felicito, no se me dio en Salta ni en la clasificación de ayer que también podía haber sido campeón. Hoy con la tensión lógica de que él largaba primero y tenía chances concretas de ganar, como ganó muchas carreras", comenzó relatando.
"Se sufre, primero porque es el primer año de la SUV y hubo problemas de confiabilidad inhabituales. Porque, quieras o no, hoy hubo problemas de mucha temperatura, con neumáticos abrasivos y curvones rápidos. Nos sorprendió la rotura del neumático y todo eso está arriba de la mesa", agregó en relación con un hecho histórico, como es el primer título con los nuevos modelos.
Han sido muchos los condimentos que tuvo esta temporada y llevó a generar una incertidumbre a la que Rossi no estaba exento, a pesar de no transmitirlo. "Abandoné en San Juan faltando dos vueltas, cuando iba ganando, por problemas en la dirección. Quería ver la bandera a cuadros y toda esa procesión interna la sufría esperando que no pase nada", comentó.
"Los ingresos del auto de seguridad me venían bien porque enfriaba los neumáticos y por lógica le dábamos mayor durabilidad, lo cuidé al extremo y fui siempre lejos de los otros autos. Marcelo Ciarrochi no tenía auto para presionarme y eso también me ayudó bastante", agregó.
En cuanto si este torneo tiene un sabor diferente al resto de los obtenidos, el delvisense manifestó: "Internamente siempre es la misma sensación, de estar ahí y de ser el trabajo de todo un año para coronarlo y querés que se dé de la mejor manera".
"Son muchos campeonatos en el TC2000, la verdad que seis títulos es un montón y simplemente disfrutarlo porque sé lo que cuesta todo, la cantidad de años en el automovilismo, hoy tengo 41 años y gano mi sexta temporada después de 20 años del primer título. Uno al ir creciendo y estar más grande, también mira para atrás y le da valor a estar competitivo y con las ganas de siempre que es lo que te hace andar bien", concluyó.

