Operativo Panda llegó a su segunda presentación en la Copa Potrero con el impulso de la victoria lograda en su debut ante Los Pibes de Ciudadela, uno de los equipos más competitivos del grupo. Esa actuación había generado ilusión puertas adentro y expectativa en el público local, que volvió a acercarse al predio de Presidente Derqui para alentar al equipo pilarense.

Sin embargo, esta vez la historia terminó con un sabor amargo inesperado. Esto se debe a que enfrente apareció Nikkei, el conjunto integrado por miembros de la colectividad japonesa que se presentó por primera vez en el torneo y rápidamente demostró ser un rival duro, ordenado y con un funcionamiento colectivo para tomar en serio.

Había muchas expectativas en los pilarenses, quienes habían sido superiores en el enfrentamiento amistoso disputado ante este rival, pero el desarrollo del encuentro fue parejo, friccionado y con momentos de dominio alternado, pero sin que ninguno pudiera romper el cero en el tiempo reglamentario.

Operativo Panda buscó repetir la intensidad y agresividad ofensiva mostrada en su debut, pero se topó con un adversario que defendió con disciplina y un arquero en estado de gracia. Shiroma Kent, figura indiscutida de la tarde, sostuvo a Nikkei con tres intervenciones determinantes que evitaron que el local pudiera abrir el marcador. Su seguridad condicionó los intentos de Panda, que generó situaciones, pero no logró transformarlas en gol.

Con el empate sin goles consumado, el pase se definió desde el punto penal, donde Kent volvió a convertirse en protagonista absoluto. El arquero japonés contuvo dos ejecuciones de Operativo Panda y estiró una imbatibilidad que ya había sido clave durante los 40 minutos de juego. El 2 a 1 final en los penales selló el triunfo de Nikkei y desató un festejo interminable de sus hinchas, que acompañaron al equipo en gran número y le dieron un color especial a la jornada.