El San Martín cierra boleterías por finalización de contratos y falta de nombramientos

Las líneas de ferrocarril viven días complicados. Recientemente, se había dado a conocer la reducción de servicios en los ramales eléctricos del Mitre y el Sarmiento, a lo que ahora se sumaron los ramales diésel de este última.

Asimismo, los problemas se siguen sumando y esta vez con alcance en nuestro distrito. Tal como informaron desde Trenes Argentinos, la operadora ferroviaria cerró a partir de esta semana gran parte de las boleterías de las líneas San Martín, Mitre y Sarmiento, donde no se podrá cargar SUBE ni comprar boletos en efectivo, manteniendo solo el servicio en las principales estaciones de cada ramal.

Según se consignó, la medida es consecuencia directa de la finalización del contrato que tenía Trenes Argentinos con una empresa recaudadora de caudales, y la falta de un acuerdo para su continuidad a causa de pagos adeudados.

En total, solo siete boleterías se mantendrán en servicio para la línea San Martín, entre las que se encuentran las estaciones de Pilar y Derqui, además de José C. Paz, San Miguel, Caseros, Palermo y Retiro.

No obstante, las otras 15 estaciones de la traza estarán cerradas. De todas maneras, si bien no podrán cumplir con su función principal, seguirán ofreciendo información a los usuarios y los trabajadores estarán presentes para anunciar la marcha de trenes.

En el caso de la línea Mitre, permanecerán en funcionamiento las boleterías de Retiro, Belgrano C, Tigre, San Martín, San Isidro, José León Suárez, Urquiza y Villa Ballester; y en el caso de la línea Sarmiento las de Once, Liniers, Morón, Merlo y Moreno.

En este marco, el cuerpo de delegados de la Unión Ferroviaria emitió un comunicado mediante el cual instó a la operadora a regularizar la situación a la brevedad, y le solicitó que informe “hasta cuándo durará este plan de emergencia”.

Vale destacar que estas complicaciones se dan en un contexto de completa incertidumbre para Trenes Argentinos, que sigue a la espera del nombramiento de nuevas autoridades por parte del Gobierno nacional, lo cual se sigue demorando.

Este nuevo problema que repercutirá en los usuarios, es parte de la carencia de una dirección en la empresa, que se traslada hasta los puntos más básicos de la prestación del servicio ferroviario, como la compra de gasoil, el servicio de recaudación de caudales o incluso el desabastecimiento de los coches comedor en los servicios de larga distancia.

Mientras la operadora continúa trabajando con el envión que traía, esta instancia de acefalía comienza a mostrar sus consecuencias en el día a día. Por su parte, desde el Gobierno ya han dejado clara su postura de ajuste en todos los ámbitos, y su preferencia por la privatización de las empresas del sector, camino que habrá que ver cómo avanza en los próximos meses.