No existe nada más lindo que la sensación de haber cumplido con las metas y objetivos. Esa sensación de satisfacción y logro es verdaderamente única y gratificante. Llena de orgullo e impulsa a seguir trabajando duro para alcanzar aún más metas en el futuro.
Esto es algo que se pudo ver reflejado en la mañana de hoy, cuando Daiana Ocampo cruzó la meta en la prueba de maratón de los Juegos Olímpicos de París 2024, poniendo fin a una experiencia para la que se preparó durante toda su vida y cumpliendo con el sueño de todo deportista.
Al cruzar la línea de meta, a Ocampo se la vio muy emocionada: se tomó el rostro, dejó caer algunas lágrimas y se arrojó al suelo con la satisfacción de haber completado su primera participación olímpica. Esta es una clara muestra de todo lo que tuvo que luchar para ganarse su lugar en la competición, debido a que tuvo que esperar hasta último momento para que cierren las fechas para presentar los mejores tiempos y le confirmen su participación en París.
La atleta oriunda de Zelaya estuvo manejando su ansiedad durante las últimas semanas, teniendo en cuenta que su participación se llevó a cabo en la última jornada de los Juegos Olímpicos, y pudo salir a dar su mayor esfuerzo en un circuito que la tuvo recorriendo las principales atracciones de la capital francesa. El 41° puesto que muestra la clasificación general tras terminar el trayecto con un tiempo de 2 horas, 32 minutos y 2 segundos pasa a ser anecdótico, ya que lo importante ha sido el hecho de competir con las mejores atletas del mundo en una competición que se llevó todo el foco de la atención.
La medalla de oro quedó en manos de la neerlandesa de origen etíope Sifan Hassan, quien además logró el récord olímpico al completar los 42,195 kilómetros con un tiempo de 2 horas 22 minutos y 55 segundos.
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