A la hora de generar pertenencia en cada uno de los jóvenes que asisten a una institución es importante tener su lugar, algo que se había hecho difícil para el Club Los Pinos en el último tiempo. Esto se debe a que las chicas debían disputar sus partidos de la AHBA en estadios ajenos al no contar con una cancha homologada y esto hacía imposible que los dos deportes (hockey y rugby) que se practican en el club convivan diariamente.
Es por este motivo por el que la jornada vivida el sábado 2 de julio tiene rasgos históricos, ya que tuvieron la oportunidad de inaugurar su nueva cancha de césped sintético para que sus equipos de hockey puedan competir en su casa en el Torneo Metropolitano en una tarde llena de emociones.
Por parte de la Comisión Directiva del club, fue Alberto Marotto quien tomó la palabra para dimensionar el acto llevado a cabo. “La idea es que todas estas chicas que no lo pudieron vivir desde que cambió la obligación del césped natural por el sintético, puedan estar en su club y ser locales en su club. El club hace unos años acuñó para cada una de sus siglas una traducción que tiene que ver con Compromiso, Laburo y Pasión, en estas últimas semanas se vivió a fondo”, señaló en relación al trabajo que se llevó a cabo para alcanzar este sueño.
“Ser locales significa tener la posibilidad de arraigarse, sentirse en su casa y que las chicas vuelvan a jugar en su club me parece clave. Los Pinos para mí es familia y ver a la familia que puede practicar los dos deportes en el mismo lugar es el logro más importante”, agregó en relación al significado que tiene este logro.
El dato destacado de la jornada recaló en la presencia de las jugadoras pertenecientes a la primera camada del club, a las cuales les dedicaron unas lindas palabras. “Se vienen épocas fantásticas para el club, que solo pueden ser posibles por aquellas personas que lo empezaron”, afirmó Marotto.
Además, hay que remarcar que en un acto que refuerza el significado de familia que reviste a Los Pinos, se tomó la decisión desde la comisión directiva de bautizar la cancha con el nombre de dos jugadoras de aquella camada que hoy en día los acompañan desde el cielo, como Graciela Basdedios Molina y Stella Maris Ivanoff.
Lamentablemente la jornada no pudo contar con el broche de oro de una victoria en el partido en el que la Primera del club se midió ante Old Georgian: derrota 1 a 0, pero se ganó la localía con la que tanto soñaban.
Dejar un comentario