Candela Francisco irrumpió en la elite mundial del Blitz y se ubicó entre las mejores
La pilarense fue una de las grandes revelaciones del Mundial de Blitz femenino: llegó como 37ª preclasificada, se mantuvo en el Top 10 durante gran parte del torneo y firmó triunfos históricos ante figuras consagradas del ajedrez internacional.
La pilarense Candela Belén Francisco Guecamburu volvió a demostrar que su nombre ya no pertenece únicamente al futuro del ajedrez argentino, sino también a su presente más competitivo. La campeona mundial juvenil 2023 firmó una actuación descomunal en el Mundial de Blitz femenino, donde llegó como la 37° preclasificada y terminó rompiendo todos los pronósticos al mantenerse durante gran parte del torneo dentro del Top 10 mundial, incluso alcanzando el segundo puesto de la clasificación general en un certamen que reunió a más de cien jugadoras de primer nivel.
Con apenas 19 años y un ELO de 2.298 en este ritmo vertiginoso, tres minutos más dos segundos por jugada, Candela confirmó su afinidad con la velocidad y el golpe de vista. Pero lo que ocurrió en Doha fue mucho más que una buena adaptación, sino que fue una declaración de carácter competitivo frente a la elite del ajedrez femenino.
Durante las primeras diez rondas del Mundial de Blitz, la representante de nuestro distrito sumó 7 puntos y se consolidó en el lote de vanguardia. En ese tramo, firmó victorias de enorme peso específico ante rivales ubicadas en la cima del ranking mundial, como la maestra internacional rusa Leya Garifullina (2407), la experimentada gran maestra armenia Elina Danielian (2372) y, especialmente, la china Lei Tingjie (2478), número tres del mundo, a quien derrotó en la ronda 9. A ese repertorio se le sumaron cruces de altísimo nivel ante figuras como Kateryna Lagno (ex campeona mundial de Blitz), Anna Muzychuk y Zhu Jiner.
Este martes, en el inicio de la segunda y última jornada, Candela volvió a dar una muestra de su temple al vencer en la ronda 11 a la ucraniana Mariya Muzychuk, ex campeona mundial, ratificando que su ubicación entre las mejores no era producto de una racha aislada. Si bien en las rondas finales llegaron algunas derrotas, Francisco logró mantenerse siempre cerca de la cima y cerró el torneo con una performance de 2.430 puntos, 132 por encima de su ranking inicial, y una ganancia cercana a los 36,6 puntos de ELO.
El impacto de su actuación no se limitó al Blitz. Días antes, en el Mundial de Rápidas, la joven local ya había dado señales claras de crecimiento. Allí partió desde el puesto 86 de la preclasificación y, tras una sólida campaña de 6,5 puntos sobre 11 posibles (con seis triunfos, un empate y cuatro derrotas), protagonizó una remontada notable para finalizar en la posición 41 del mundo. En ese torneo también sumó victorias ante rivales de peso como la kazaja Alua Nurman y la azerbaiyana Gulnar Mammadov, lo que le permitió escalar 45 lugares y sumar otros 36 puntos a su ranking internacional.
Más allá de los números, la historia de Candela también interpela desde lo humano y generacional. "No sé cómo habrá sido tu año. El mío fue algo complicado y diferente, con muchos cambios y procesos, pero quiero que recuerdes que lo estás haciendo muy bien. ¡Y que no te des por vencido!", escribió hace apenas una semana la campeona mundial juvenil, en un mensaje que expuso vulnerabilidad, convicción y una mirada empática hacia otros jóvenes. La misma ajedrecista que confesaba andar a los tumbos fue la que, horas después, se plantó sin complejos ante las mejores del planeta.
La actuación de Francisco se suma a la de Faustino Oro en el mismo torneo y refuerza la sensación de un verdadero renacimiento del ajedrez argentino en la escena internacional. Una generación que compite sin miedo, sin etiquetas y sin pedir permiso, enfrentando a las potencias históricas de igual a igual. Candela Francisco no solo confirmó su talento: dejó en claro que su voz, su juego y su presente merecen ser escuchados, leídos y vistos en acción.

