El esfuerzo y la constancia suelen tener recompensa, y la historia de Candela Baumann es un claro ejemplo de ello. La joven pilarense llegó a Europa con su familia luego de haber demostrado su talento en las inferiores del club Los Pinos de hockey y dar el salto a River Plate.
Allí, a pesar de las largas gestiones para viajar que la dejaron sin competencia por largos meses, consiguió cumplir con su anhelo de fichar con el Barcelona y comenzar una nueva etapa de su carrera en la cantera blaugrana.
Sin embargo, a pesar del trabajo diario para mejorar y acoplarse al equipo, nunca se imaginó que el rédito llegaría tan pronto.
La primera gran sorpresa fue cuando con sus 16 años fue convocada para debutar con el conjunto de mayores Segunda A, nada más y nada menos que para el partido decisivo por el tercer puesto del Campeonato de Catalunya.
Candela pagó con creces esa confianza, y se convirtió en la figura de la definición conteniendo cuatro penales de manera consecutiva para llevarse la medalla de bronce.
Y ahora, solo un mes más tarde, afianzada en el arco de las juveniles, la pilarense volvió a destacarse para que su equipo repitiera el logro de conformar el podio del torneo y colgarse una nueva presea del tercer lugar.
“Balance de este año: 10 meses sin jugar, llegar al club de mis sueños y lograr dos medallas de bronce, no tiene precio”, destacó la joven. Sin embargo, dejó en claro que no se conforma, y tiene el objetivo de ir por más: “Mucho por mejorar, sí claro, pero esto recién comienza”.
Con la mira puesta en su objetivo, agregó: “A preparase mejor que nunca para el arranque de la próxima temporada que comienza en septiembre”. Y sin olvidar sus comienzos en el hockey, cerró con un mensaje especial para su tierra: “Gracias Club Los Pinos por formarme”.
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