En la noche del jueves en la ciudad de Pilar, el conjunto de Roberto Pavlotsky recibió a Zárate Básket por la octava fecha de la Conferencia Sur de la Liga Argentina de Básquet. En un estadio Javier Peverelli colmado, el encuentro comenzó con bombas de tres por parte de los dos equipos, aunque la imprecisión mostrada por el dueño de casa lo llevaba a irse al primer descanso abajo por 15-17.
En los segundos diez minutos del encuentro, se vio una mejora en los locales en cuanto a la efectividad y de la mano de un preciso Bruna desde la zona de 3 puntos logró achicar el déficit para ponerse en partido, ante una visita que siguió por la misma línea de juego y siguió adelante por dos antes de irse al vestuario: 35-37.
En el tercer cuarto se vio la mejor cara del Rancho, donde logró imponer su juego con un parcial de 12 a 0 que comenzaba a inclinar la balanza a su favor. Con un ritmo intenso consiguieron incomodar a uno de los mejores equipos de la categoría, dado que suelen ser protagonistas, y despegarse en el marcador con una diferencia máxima de 12 puntos. La intensidad iría mermando y propició una leve recuperación zarateña para terminar con un 55 a 48 a favor el período.
Los últimos diez minutos del partido pintaban mejor para el dueño de casa, pero a falta de 5 minutos Zárate pondría un interrogante al igualar las acciones en 60. Se dieron minutos de tensión y de falta de precisión por parte de ambos, fue ahí donde los de Pavlotsky mostraron templanza y estuvieron lúcidos para cerrar el juego a su favor por 74 a 68.
El que brindó su palabra una vez terminado el compromiso fue la máxima figura del conjunto pilarense en este partido con 22 puntos, Pablo Bruna. “Partido durísimo, lindo de jugar y con un lindo marco. Creo que jugamos muy bien, fuimos muy inteligentes y tranquilos, estuvimos muy bien en defensa que era algo que quedaba en el debe, así que muy contento y espero que esto sirva para empezar crecer”, comenzó relatando.
La paridad estuvo presente a lo largo de la primera mitad y los locales dieron el golpe en el momento justo. “Durante todo el partido impusimos el ritmo, si bien íbamos abajo en el marcador se estaba jugando a lo que nosotros queríamos. Había que tener paciencia que nuestro momento iba a llegar y llegó en el tercer cuarto, después lo supimos mantener y lo cerramos muy bien”, mencionó.
A la hora de referirse a como vivieron el cierre del compromiso, Pablo fue muy claro al señalar donde estaba la clave para hacerse con la victoria. “Si estábamos metidos en el partido y lo íbamos llevando, sabíamos que el que estaba más tranquilo en el final se lo iba a llevar. Creo que ellos se apuraron un poquito y nosotros lo supimos aprovechar”, comentó.
En cuanto al estado actual del equipo, después de varias semanas de trabajo y con un plantel más completo, opinó: “No es una categoría fácil y más para los extranjeros que vienen por primera vez, hay mucho roce, poco espacio y se están acostumbrando y empezando a entender como jugarlo. Hoy se notó y creo que vamos a crecer mucho más”.
El calendario no les da respiro y esta noche tendrán que salir nuevamente a la cancha del gimnasio Javier Peverelli, cuando desde las 21 tengan que recibir a un equipo histórico de la jerarquía de Quilmes de Mar del Plata y al que buscarán bajar para seguir en levantada. “Esperemos que sí, estamos contentos con toda la gente que está viniendo y la seguimos invitando a que venga. Esperemos poder volver a repetir otra victoria”, cerró.
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