Jueves 21 de Noviembre de 2024

Grito sagrado, en homenaje a la Revolución Francesa


  • Domingo 15 de Julio de 2018
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Cuando Atahualpa Yupanqui fue invitado a participar en el festejo del Bicentenario de la Revolución Francesa en el año 1989 compuso una cantata en colaboración con Juan José Mosalini, destacado bandoneonista y compositor argentino residente durante muchos años en Francia. Dicha Cantata tiene un título harto significativo, “El  Grito Sagrado”, que nos remite sin duda a una cuestión central en la Revolución Francesa que es el tema de la Libertad y de los derechos humanos pero también es reminiscente de lo que de aquel acontecimiento vive por ejemplo en nuestro Himno Nacional. No era algo nuevo en la obra de Yupanqui esa preocupación por la libertad del ser humano, que requiere para ser viable y posible su asociación con los otros dos términos del lema revolucionario: igualdad y fraternidad. Basta recordar la bella milonga titulada “Los hermanos”. Cabe aclarar, sin embargo, que en este caso el sentido de la trascendencia y el honor que implicaba esa invitación constituyó para don Atahualpa un desafío y un premio. Podemos imaginar aquella interpretación que según cuenta Mosalini en un reportaje (Revista La Milonga Argentina) fue interpretada por el propio Yupanqui, por un niño de una escuela primaria, un coro de adultos, tres solistas y una orquesta. Podemos imaginar, insisto en la emoción que embargaría a nuestro querido artista. Para compartir algo de aquel momento y para celebrar también nosotros ese hecho trascendente transcribimos la letra de uno de los pasajes de dicha Cantata: titulado La Palabra Sagrada. La palabra sagrada Antes que los hombres pronunciaran La palabra sagrada Ella habitaba donde el viento dormía El sol y los pájaros de un antiguo universo Conocían la existencia De la palabra sagrada. Un día despertaron todos los vientos. Nacieron todos los llantos Floreció la injusticia, las diferencias, la esclavitud y las sombras. Entonces todos los hombres buenos, los rústicos, los heroicos pensadores de la vida, unieron su coraje para llenar de luz la sagrada palabra, recuperada y alta. Más alta que todas las montañas. ¡LIBERTAD! Texto del Portal de la Fundación Atahualpa Yupanqui, www.atahualpayupanqui.org.ar

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