Con numeroso elenco, la actriz realizará el cierre del año teatral. La directora creadora del Grupo “La Teatralera”, sigue adelante con su estudio de formación de actores.
La directora teatral Cecilia Cataldo, cierra su año 2019 en el teatro Lope de Vega. Sera el sábado 23 de noviembre a las 19 con la puesta en escena de una nueva obra “Desastrosa...mente desprolijos”, una comedia disparatada donde un grupo de actores amateurs tratan de elegir su obra más trascendente para salir de gira y hacerse famosos.
De esta manera, con un elenco numeroso, la actriz realizará el cierre del año teatral del grupo que dirige “La Teatralera”. Las localidades tienen un valor de 200 pesos y los menores de 10 años no pagan. Las entradas adelantadas ya se encuentran a la venta de lunes a sábados de 10 a 20 en la boletería del teatro.
El elenco está integrado por Gustavo Cassiodoro, Marcos Díaz y un grupo de actores debutantes, entre ellos la reconocida profesora de danzas árabes: Anabel Aiello y Gonzalo Milens “el moto”, quien se ha dedicado en su carrera actoral enteramente al cine y a la televisión. También participan Viviana Zufiaur, Guillermina Salum, Gabriel Sobrecasa, Nicolás Gucevich, Jonathan Moss y Sabrina Martínez.
Profusa actividad teatral
Con sus 20 años de experiencia docente, Cataldo sigue adelante con su estudio de formación de actores “Apasionarte” en el centro de nuestra ciudad. Este año la actriz pilarense volvió a subir al escenario, en el marco del Festival Internacional de Teatro ‘Movida teatral de las dos orillas’, que se llevó a cabo en una sala teatral del microcentro porteño, acompañada por Guillermo Olivera y Gustavo Cassiodoro, y la técnica de Juan Ortega.
Ahora, cierra su año como actriz, filmando un cortometraje en los últimos días de noviembre, donde encarnará a la mamá de un adolescente con problemas, dirigida por Ignacio Magneres.
“Volver a subir al escenario fue una experiencia muy difícil y de emociones encontradas -comentó Cataldo-. No creo que vuelva a escena, salvo para recibir el aplauso como directora después de las funciones y hasta por ahí nomás”, pronosticó.
“La actuación teatral es para mí como una misión cumplida. Creo que la vida es una sesión de ciclos y lo hice todo arriba del escenario. En lo profesional sigo con mis libros, volviendo a estudiar, y en la faz personal con mis hijos ya hombres, con sus vidas en orden, independientes; con mis padres que ya son grandes, con mis alumnos, con mis pacientes, con mis amigos, con mis plantas y mis perros. Ese es mi mundo ahora, lejos del escenario entendí que también podía ser feliz”, confesó.
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