Un científico pilarense busca alternativas a los antibióticos usando péptidos y cannabis
El Laboratorio de Aplicaciones Biotecnológicas y Microbiología de la Universidad de Hurlingham, dirigido por Paulo Maffía, desarrolla nuevas herramientas terapéuticas ante el avance de las superbacterias y el aumento de infecciones intrahospitalarias.
La resistencia antimicrobiana se ha convertido en uno de los mayores desafíos para los sistemas de salud del mundo. El uso indiscriminado de antibióticos durante décadas, tanto por automedicación como por prescripciones excesivas, favoreció la aparición de cepas cada vez más resistentes. Esto significa que fármacos que antes solucionaban infecciones comunes hoy resultan ineficaces, obligando a recurrir a tratamientos más fuertes, más costosos y, en algunos casos, con más efectos adversos. El impacto ya está a la vista: las infecciones intrahospitalarias muestran un crecimiento sostenido y concentran una de las principales alarmas médicas actuales.
Frente a este escenario complejo, un grupo de investigadores argentinos trabaja para crear un nuevo horizonte terapéutico. Se trata del Laboratorio de Aplicaciones Biotecnológicas y Microbiología de la Universidad Nacional de Hurlingham (UNAHUR), bajo la dirección del científico pilarense Paulo Maffía, también investigador del Conicet. Desde allí, el equipo se dedica a estudiar sustancias capaces de combatir bacterias resistentes, con líneas de investigación que combinan biología molecular, biotecnología y nuevos enfoques farmacológicos.
Una de las principales apuestas del grupo son los péptidos antimicrobianos: pequeñas proteínas que actúan como defensa natural frente a microorganismos. Su potencial radica en que pueden diseñarse o modificarse para atacar estructuras bacterianas específicas, abriendo la puerta a fármacos totalmente nuevos. Junto a esta línea, el laboratorio investiga las propiedades del cannabidiol (CBD), uno de los componentes del cannabis, que ya ha mostrado actividad antimicrobiana en estudios preliminares. El objetivo es determinar si estos compuestos pueden emplearse solos o en combinación con antibióticos tradicionales, potenciando su efecto y reduciendo la resistencia.
Para Maffía, avanzar en estas investigaciones es imprescindible para enfrentar la crisis actual. Señala que resulta clave comprender los factores que desencadenan la resistencia y desarrollar moléculas capaces de sortear los mecanismos defensivos de las bacterias, cada vez más sofisticados. Sin embargo, el investigador advierte que la industria farmacéutica suele destinar pocos recursos a esta área por su baja rentabilidad, lo que vuelve indispensable el rol de universidades y organismos públicos como motores de innovación.
La línea de trabajo comenzó en 2014 y se trasladó a la UNAHUR en 2018. Desde entonces, el grupo incorporó especialistas provenientes del Conicet y de la Comisión de Investigaciones Científicas (CIC) bonaerense, ampliando su capacidad de estudio. En paralelo, registró avances significativos en péptidos naturales y de diseño, tanto en fase experimental como en ensayos preclínicos. Parte de estos desarrollos ya derivó en tres patentes que respaldan la innovación generada desde la universidad.
En una entrevista publicada en el diario Clarín, Maffía advirtió que la Argentina presenta tasas elevadas de infecciones intrahospitalarias en comparación con países desarrollados, lo que agrava el impacto de la resistencia bacteriana. Según explicó, hoy se requieren dosis mucho más altas que hace 15 años para tratar infecciones que antes respondían fácilmente, lo que genera una espiral difícil de revertir si no se incorporan nuevos compuestos a la práctica clínica.
En 2020, el laboratorio sumó el estudio del cannabis medicinal, abordando desde el mejoramiento genético de la planta hasta la evaluación de sus principios activos. El objetivo central es identificar moléculas que actúen de manera directa o sinérgica frente a bacterias que ya no responden a los antibióticos de uso habitual. Los resultados preliminares alentaron al equipo a continuar profundizando esta línea, que ya cuenta con publicaciones en revistas científicas y presentaciones en congresos internacionales.
El grupo de investigación está integrado por Melina Martínez, Jésica Ianiccelli, Matías Garavaglia, Merlina Corleto, Melanie Weschenfeller, Santiago Urrea Montes, Ángel Arias, Diego Patanian, Rocío Rodríguez y Gisela Pigliapochi. Desde la zona oeste del conurbano y con un pilarense al frente, trabajan para ofrecer alternativas reales en una carrera contra el tiempo que preocupa al mundo entero.