Historias que hacen historia

Recordando a un grande de nuestro Pilar

Augusto Zamarripa

Días pasados, circulando por la Ruta 8 hacia Presidente Derqui, al pasar por la ciudad Deportiva del Club Atlético, se me dio por observar la calle lateral de ese hermoso predio de "El Rancho" cuyas 14 hectáreas albergan todo el año a deportistas, socios y vecinos ávidos de disfrutar el verde y a centenares de alumnos en su colegio que lleva el nombre del fundador del club, Ataliva Blanco. Con gran pena vi tirado en la zanja lo que alguna vez fue el bloque de cemento donde un grupo de amigos colocaron una placa dándole el nombre a la calle de Jorge Manfredi.

Sin duda, los vándalos que hicieron desaparecer la placa y tiraron el monolito, no conocían la historia de este gran amigo de Pilar que supo hacer y mucho, por el deporte y la juventud pilarense.

"Choche" Manfredi fue un propulsor del deporte, principalmente en el club de sus amores, el C.A.P., donde colaboraba desinteresadamente, en especial con el básquet de la entidad, así como con otros deportes, era el eterno organizador de los bailes en el club y también un fanático propulsor del automovilismo deportivo en nuestra ciudad, habiéndolo contado, el Círculo de Amigos, entre sus miembros de comisión directiva y organizador de las fiestas que en la década del 70 se realizaban, generalmente, también en la sede del C.A.P.

Recuerdo que, en una de esas fiestas, allá por el año 62 o 63, Choche, tal como se apodaba, era uno de los organizadores y él mismo elegía junto con los demás miembros de comisión, la reina entre las jóvenes asistentes. Yo apenas dejaba la infancia tratando de "adquirir" la adolescencia y recuerdo que se acercó a la mesa donde estábamos la familia Zamarripa en pleno y le comentó a mi padre que la elegida de la noche era mi hermana Marta. Acto seguido y ante la aceptación de mi padre, en la voz del locutor "oficial" de aquel momento, Don Coco Méndez, se anunció la nominación causando la sorpresa de Marta y, la no muy grata de su novio de entonces, el rodriguense Eduardo Yrigaray, que si tenía algo que lo caracterizaba eran precisamente los celos. Le entregaron la banda, la corona y demás atributos y un casco de automovilista que por muchos años conservé entre mis recuerdos.

Hablando de recuerdos, anécdotas de Choche en el mundillo pilarense hay muchas. Particularmente recuerdo el día que, en un baile de carnaval en el templo de nuestra juventud, "Cuernavaca", mi amigo y socio de la gestoría de Manfredi, Bocha Barrionuevo, se le dio por tirarle espuma a una señorita "foránea" que estaba en el boliche, pero no se percató que no estaba sola, su compañero apareció de golpe y no dudó en frenar de un puñetazo, en el medio de la pista, al "agresor carnavalesco".

Por supuesto que el hecho enfureció a todos los amigos habitués de Cuerna y en especial a Choche que, desde la barra, al aparecer nuevamente la joven "agredida", se refirió a ella con un insulto que nunca más en mi vida escuché: "por tu culpa, por tu culpa, Corvina h d p...".

Choche siempre con su característico humor, contaba una anécdota suya con un cliente de la gestoría, narraba que al solicitarle al hombre que para iniciar el trámite fuera hasta el comercio que tenía la primera fotocopiadora en Pilar, Foto Gómez, a hacer una fotocopia, el cliente no se movió de la silla y al insistir Manfredi con el tema, el señor le contestó: "pero le parece, así sin corbata...".

En otra oportunidad, en horas tempranas de la tarde, en pleno verano, recuerdo que llegué a la oficina de estos amigos, la gestoría Gestram y estaba Manfredi sentado, con las manos en sus bolsillo que siempre estaban llenos de papeles, todo transpirado por la alta temperatura reinante y me comentó tras un extenso suspiro y refiriéndose a su presencia en el recinto: "las cosas que hay que hacer para ganar 20.000 dólares por mes...", cosa que seguramente no era cierta, máxime si recordamos que si había algo que no le interesaba era acumular riquezas, a pesar de tener la suya, no la demostraba y vivía con una humildad y sencillez propia de los grandes.