Real Pilar volvió de La Tablada con una sensación amarga, estuvo muy cerca y contó con el resultado que necesitaba, pero no pudo cumplir con la tarea principal y no le alcanzó para quedarse con el Torneo Clausura de la Primera B.

La derrota por 1 a 0 ante Liniers lo dejó sin la posibilidad de jugar la final por el ascenso directo, incluso cuando Midland cayó por el mismo marcador frente a Flandria en Jáuregui. El Funebrero, líder por acumulado y ganador del Apertura, terminó celebrando el título y un histórico ascenso a la Primera Nacional, mientras que el Monarca deberá sacarse la mala espina y enfocarse en lo que será su camino en el Reducido.

Desde el inicio, Real sintió la presión de lo que se encontraba en juego, se lo vio condicionado por la obligación de conseguir un triunfo y mostró una imprecisión y apuro anormal.

Aún con dificultades, el Monarca contó con situaciones claras como la aparición de Gerónimo Govi que despejaron sobre la línea, un remate cruzado de Brian Martin que pasó cerca y un disparo de Marcos Riquelme que Acevedo desvió con una atajada notable.

El complemento empezó con noticias alentadoras, ya que Midland perdía y un triunfo les otorgaría el título, Torres apostó por los ingresos de Morán, Risso Patrón y Chambi para buscar el gol, pero se encontraron con grandes reacciones por parte de Acevedo y Pacheco para desactivar las ofensivas.

La desesperación crecía y el desgaste físico se hacía notar, disminuyendo el peligro monarca y exponiéndolo a lo peor. A los 42 minutos, Liniers tendría un centro desde la derecha que encontró el cabezazo de Mateo Gridel, que dio en el travesaño y se metió para acabar con el sueño pilarense.

Ahora, el desafío es inmediato y tiene que recomponerse para llegar de la mejor forma al Reducido, donde tendrá una nueva oportunidad de alcanzar el sueño del ascenso.