La causa por presunto lavado de dinero vinculada a una imponente mansión de 105 mil metros cuadrados ubicada en Villa Rosa podría registrar un avance clave este lunes, cuando Luciano Pantano y su madre, Ana Lucía Conte, comparezcan por primera vez ante el juez federal Marcelo Aguinsky. Ambos están acusados de actuar como testaferros de dirigentes de la Asociación del Fútbol Argentino (AFA), quienes serían los verdaderos propietarios de la casona bajo investigación.

El magistrado dispuso notificar a Pantano y Conte para que ejercieran su derecho a declarar junto a su abogado defensor, Mariano Morán. Aunque no estaban obligados a hacerlo, ambos optaron por brindar su versión de los hechos y se conectarán por videoconferencia a las 11. Sus exposiciones no revestirán el carácter de indagatoria ni de testimonio tradicional, sino que se encuadran en el artículo 73 del Código Procesal Penal de la Nación, que habilita al imputado a explicar los hechos que se le atribuyen y a ofrecer pruebas.

Las pesquisas judiciales se concentran en la sociedad Real Central SRL, a nombre de la cual figuran no solo la mansión de Villa Rosa, sino también 54 vehículos de lujo y de colección, además de una vivienda en el barrio cerrado Ayres Plaza, también en Pilar. En el marco de la instrucción, la Justicia levantó el secreto fiscal, bancario y tributario de Pantano y Conte, y comprobó que ninguno de los dos registra fondos declarados ni capacidad económica compatible con el valor y la magnitud de los bienes que aparecen a su nombre. Este dato reforzó la hipótesis de que ambos actuarían como prestanombres.

Según consta en el expediente, la propiedad fue adquirida en 2023 por Real Central SRL a la firma Malte SRL por un monto de 1.800.000 dólares. Entre los propietarios de esta última sociedad figura Mauro Paz, ex presidente de una asociación de Fútbol Femenino. A su vez, Pantano se desempeñó como presidente de una Asociación de Futsal afiliada a la AFA y fue dirigente del club Almirante Brown, configurando un entramado de vínculos empresariales y deportivos que la Justicia analiza con atención.

La investigación dio un salto significativo tras un allanamiento realizado en la mansión, donde se hallaron un bolso con el logo de la AFA, una placa del club Barracas Central -presidido por Matías Tapia, hijo de Claudio "Chiqui" Tapia, titular de la AFA- y diversos elementos identificados con nombres de otros dirigentes del fútbol argentino. Además, entre los vehículos secuestrados se encontraron cédulas azules habilitantes para circular, emitidas a nombre de familiares de esos dirigentes. Para los investigadores, estos indicios refuerzan la convicción de que Pantano y Conte no serían los verdaderos dueños de los bienes bajo sospecha.

En paralelo, el juez Aguinsky remitió un oficio al titular de la DGI, Mariano Mengochea, con el objetivo de profundizar los peritajes sobre la trazabilidad de los fondos utilizados para la adquisición de los bienes. Las declaraciones previstas para este lunes podrían aportar nuevos elementos probatorios o, incluso, redefinir el rumbo de una causa que mantiene en la mira a figuras de peso del fútbol argentino.