Operativo Panda vio disipados sus sueños en los cuartos de final de la Copa Potrero, en una eliminación que dejó una mezcla de orgullo y frustración. El equipo dirigido por José Luis Fernández cayó 3 a 1 en la definición por penales ante Moreno, luego de un partido parejo, luchado y condicionado por un campo de juego que transformó cada intento ofensivo en una batalla contra el barro y la irregularidad del terreno.

El clima de las últimas horas dejó un escenario complejo, la cancha amaneció con sectores pesados, cubiertos con arena para disimular el barro, lo que obligó a ambos equipos a adaptarse a una superficie que hacía honor al nombre del torneo. En ese contexto, Panda logró imponer condiciones durante la primera mitad. Más firme, más rápido para interpretar el estado del campo, el conjunto pilarense generó las mejores aproximaciones y dejó en claro su intención de llevarse el partido. Cuando Moreno intentó inquietar, se encontró con la solidez habitual de la dupla Monteseirín-Villafañe, que sostuvo al equipo con autoridad.

La segunda parte mostró otra historia porque Moreno consiguió soltarse, aprovechó algunos desajustes inevitables por el estado del campo y exigió varias veces a Cristian Lucchetti, que respondió con solvencia para sostener el cero. Ninguno pudo quebrar la paridad en 40 minutos donde la eficacia brilló por su ausencia. Y para Panda, eso significaba entrar en un territorio incómodo, la definición desde los doce pasos. Ya habían sufrido su única derrota del torneo por esa vía ante Nikkei FC y, para colmo, enfrente estaba un rival que cuenta con un arquero especialista que solo ingresa para los penales y un plantel acostumbrado a resolver estas instancias.

La tanda confirmó los temores, Lucchetti estuvo cerca en el primer remate, que se le escapó por centímetros, pero nada pudo hacer ante los dos siguientes, que fueron inatajables. Del lado pilarense, Ángel Rodríguez tuvo un inicio adverso al enfrentarse con un arquero rival que entre gestos, palabras y baile sobre la línea, logró incomodarlo y provocar un remate débil que terminó siendo frenado con los pies. En su segundo intento, Rodríguez convirtió, pero la efectividad de Moreno sentenció la serie antes de que pudiera ejecutar el tercero.

Así, Operativo Panda se despide de la Copa Potrero con la frente en alto. Recibió apenas un gol en seis partidos y solo cayó en las dos tandas de penales que disputó, números que reflejan una campaña enorme, de carácter y consistencia. El equipo quedó a las puertas de las semifinales, pero con un camino recorrido que invita a soñar con un regreso aún más fuerte el próximo año. Mientras tanto, Moreno seguirá su marcha y buscará un lugar en la final frente a San Alberto.