La industria volvió a retroceder en noviembre y profundiza su fragilidad
Un informe de la Unión Industrial Argentina proyecta una caída del 6 por ciento interanual en la actividad fabril, con fuertes retrocesos en construcción, automotriz y consumo energético. Las PyMEs atraviesan uno de sus momentos más complejos.
La actividad industrial registró en noviembre un nuevo retroceso, de acuerdo a los datos proyectados por la Unión Industrial Argentina (UIA), que estiman una caída del 6 por ciento en la comparación interanual y del 1 por ciento frente a octubre. El desempeño negativo estuvo influido, en parte, por la menor cantidad de jornadas laborales producto de los feriados, pero también por un escenario de demanda interna debilitada y altos costos de producción.
Entre los sectores más afectados se destacó la construcción, que volvió a mostrar números en rojo. Los despachos de cemento disminuyeron un 7,7 por ciento, mientras que el índice Construya reflejó una baja del 7,1 por ciento, evidenciando la retracción de la obra privada y la falta de dinamismo en el sector.
La industria automotriz también atravesó un mes adverso: la producción de vehículos se redujo un 22 por ciento, impactada tanto por los días no laborables como por la caída de las ventas en el mercado interno. En la misma línea, la elaboración de bebidas registró un descenso del 6,9 por ciento, asociado al menor consumo.
Otro indicador que confirmó el freno de la actividad fue el consumo de energía eléctrica por parte de los grandes usuarios industriales, que cayó un 5,8 por ciento, reflejando niveles más bajos de utilización de la capacidad instalada.
No obstante, el informe muestra algunos matices positivos. El patentamiento de maquinaria industrial creció un 0,9 por ciento y la producción de acero avanzó levemente un 0,4 por ciento, aunque estos incrementos resultan insuficientes para revertir la tendencia general.
El relevamiento de la UIA remarca una marcada disparidad entre sectores: solo la refinación de petróleo y la producción de motos lograron recuperar niveles similares a los de 2022. En contraste, las pequeñas y medianas industrias atraviesan una situación crítica, con una caída acumulada del 4,1 por ciento en la producción y del 4,6 por ciento en el empleo durante el tercer trimestre de 2025.
Además, el 81 por ciento de las PyMEs industriales señala una fuerte presión de costos, mientras que el 37 por ciento afirma haber perdido participación en el mercado interno por el avance de productos importados, principalmente de origen chino. En este contexto, los indicadores de producción y confianza continúan en terreno contractivo.
Si bien la producción industrial acumulada hasta octubre de 2025 muestra una suba del 3,1 por ciento frente a igual período de 2024, el nivel general todavía se ubica un 10 por ciento por debajo del registrado en 2022 y 2023. Sectores como bienes de capital e insumos para la construcción exhiben un mejor desempeño relativo, aunque aún lejos de los registros de años previos.
El informe advierte sobre la necesidad de encarar reformas estructurales que permitan una recuperación sostenida de la industria nacional.