Franco Colapinto transita sus últimos días de descanso en la Argentina antes de volver a sumergirse en la exigente rutina de la Fórmula 1 y, lejos de los destinos habituales de las figuras del deporte, eligió un lugar inesperado para desconectarse: San Andrés de Giles. La presencia del piloto de Alpine en la localidad bonaerense no pasó inadvertida y rápidamente despertó la curiosidad y el entusiasmo de los vecinos.

Durante su estadía, Colapinto se mostró relajado, accesible y siempre dispuesto a compartir un saludo o una foto con quienes lo reconocían. Sin custodias ni protocolos especiales, caminó por distintos comercios del pueblo con total naturalidad, generando una pequeña revolución entre los habitantes, que aprovecharon la oportunidad para llevarse un recuerdo junto a una de las grandes promesas del automovilismo argentino.

Una de las escenas más comentadas fue su paso por una carnicería local, donde el piloto accedió a sacarse una selfie con el carnicero del lugar. La imagen comenzó a circular rápidamente entre fanáticos del deporte motor y se sumó a una serie de postales cotidianas que reflejan el perfil sencillo y cercano que Colapinto mantiene fuera de las pistas, incluso después de completar su primera temporada completa en la máxima categoría.

El viaje a San Andrés de Giles se produjo luego de que el piloto regresara al país para pasar las fiestas junto a su familia en Pilar. En ese contexto, Colapinto también aprovechó para reencontrarse con amigos y disfrutar de distintas actividades propias del receso, combinando descanso con momentos de ocio y entrenamiento.

En sus primeros días en la Argentina, asistió a un show de la banda Airbag junto a su grupo de amigos, jugó al pádel con Carlos Tévez en el World Padel Center de Nordelta y realizó sesiones de gimnasio luciendo una camiseta del Club Atlético Pilar. Además, en la previa de la Navidad, compartió una cena de sushi con el productor musical Bizarrap, con quien mantiene una estrecha amistad.

Mientras tanto, el descanso llega en un momento clave. Tras completar la temporada 2025 de la Fórmula 1 con Alpine, Colapinto recarga energías mientras la escudería francesa trabaja en un nuevo monoplaza con el objetivo de dar un salto de rendimiento de cara al próximo campeonato. En ese camino, el joven piloto pilarense combina preparación física y mental con la cercanía de su gente y la tranquilidad de los pueblos bonaerenses, antes de volver al ritmo vertiginoso del automovilismo mundial.