El Seven de la República volvió a teñirse de celeste y blanco en Paraná, y entre las figuras destacadas del fin de semana apareció, otra vez, el nombre de una pilarense. Se trata de Cecilia Altini, integrante del seleccionado de Buenos Aires femenino que se consagró campeón por quinta vez consecutiva de la tradicional competencia que se llevó a cabo en las instalaciones del Club Atlético Estudiantes y del Paraná Rowing Club. La jugadora surgida de Manzanares RC, que actualmente se desempeña con la camiseta de CASA de Padua, formó parte de un plantel que mostró una autoridad abrumadora a lo largo de las dos jornadas y cerró un torneo perfecto con un contundente triunfo por 24 a 0 ante Tucumán en el encuentro cumbre.

Para la jugadora pilarense, la cita en Entre Ríos significó otro paso firme en su crecimiento dentro del rugby de alto rendimiento. Con participación activa en cada una de las presentaciones, Altini aportó intensidad en defensa, velocidad en los puntos de contacto y una constante agresividad ofensiva que se volvió marca registrada del seleccionado bonaerense. La URBA, que acumuló un total de siete títulos en la historia del certamen femenino, volvió a dejar en claro su dominio dentro del panorama nacional y Cecilia se consolidó como una pieza confiable dentro de un equipo que no deja de evolucionar.

El torneo, que celebró su 41° edición masculina y 9° femenina, reunió a las uniones de todo el país en un fin de semana cargado de partidos. Además de la actuación destacada de Altini, Pilar también dijo presente en la rama masculina con la participación de Aquiles Vieyra y Ramón Fuentes, ambos jugadores de la Asociación Alumni, que también tuvieron el agrado de representar a Buenos Aires en un plantel que terminó en una meritoria cuarta posición tras caer en semifinales de la Copa de Oro y luego en el duelo por el tercer puesto ante la Federación Cordobesa.

Mientras en el cuadro masculino el título quedó en manos de Nordeste, que superó a Entrerriana por 7 a 5 para obtener su segundo campeonato después de 33 años, el dominio bonaerense en el femenino volvió a ser absoluto. El equipo de la URBA no solo ganó todos sus partidos, sino que además mantuvo la valla invicta en los cruces decisivos, reflejo de una defensa férrea que sostuvo el ritmo demoledor del ataque.