Cinco niños fallecidos

Alerta en la provincia por el aumento de casos de coqueluche y baja vacunación

El Ministerio de Salud bonaerense encendió una alerta por el fuerte aumento de casos de coqueluche: ya se confirmaron 235 contagios, un incremento del 273% en tres semanas, y se registraron cinco fallecimientos de niños pequeños.

El Ministerio de Salud de la provincia de Buenos Aires volvió a encender las alarmas sanitarias tras confirmar un fuerte incremento de casos de coqueluche -también conocida como tos convulsa- en las últimas semanas, un brote que ya suma cinco fallecimientos y que se ve agravado por los bajos niveles de vacunación registrados en todo el territorio bonaerense.

Según el último Boletín Epidemiológico provincial, con datos relevados hasta el 8 de noviembre, durante 2025 se notificaron 984 casos sospechosos de coqueluche. De ese total, 235 fueron confirmados y 164 se consideran probables. La suba reciente resulta especialmente preocupante: hace apenas tres semanas, los casos confirmados eran 63, lo que significa un aumento del 273% en menos de un mes. Este incremento marcó un punto de inflexión en el comportamiento epidemiológico de la enfermedad.

En paralelo, la Provincia confirmó que el número de fallecidos se mantiene en cinco. Se trata de bebés y niños muy pequeños, con edades que van desde 1 mes hasta 2 años. Pero detrás de esas cifras aparece el factor que más inquieta a las autoridades: cuatro de los cinco chicos fallecidos estaban en edad de recibir la vacuna, pero no contaban con ninguna dosis registrada. El quinto caso correspondía a un recién nacido cuya madre no había recibido la vacuna dTpa durante el embarazo, indispensable para transferir inmunidad en los primeros meses de vida.

De acuerdo con el informe oficial, todas las regiones sanitarias de la provincia presentan coberturas de vacunación por debajo de la meta del 83% tanto en las dosis que deben aplicarse durante los primeros meses de vida como en las correspondientes a personas gestantes. La falta de inmunización adecuada, advierten los especialistas, deja expuestos a los lactantes, que son precisamente el grupo con mayor riesgo de complicaciones y mortalidad.

La evolución semanal también muestra un panorama preocupante. Durante el primer semestre de 2025, la provincia registraba una mediana de tres casos confirmados por semana. En cambio, en el segundo semestre el indicador prácticamente se triplicó: actualmente se confirmaron alrededor de ocho casos semanales. Además, el 51% de los diagnósticos corresponde a niños de hasta 1 año de edad, lo que reafirma la vulnerabilidad de este grupo frente a la enfermedad.

Una enfermedad altamente contagiosa

El coqueluche es una infección bacteriana aguda causada por Bordetella pertussis. Se trata de una enfermedad inmunoprevenible -es decir, que puede evitarse con vacunación- y se transmite fácilmente por vía respiratoria. Aunque su letalidad general es baja, de entre el 0,2% y el 0,3%, las muertes se concentran casi exclusivamente en lactantes menores de 1 año sin inmunidad previa.

El desarrollo de la enfermedad suele presentarse en tres etapas. La primera, la fase catarral, se caracteriza por síntomas similares a un resfrío: secreción nasal, estornudos y tos leve. Luego aparece la fase paroxística, marcada por accesos de tos intensa y repetitiva seguidos por una inhalación profunda que genera el característico "gallo" o estridor inspiratorio. En muchos casos, sobre todo en lactantes, también se observa vómito postusivo, episodios de apnea y coloración azulada de la piel por falta de oxígeno. La última etapa, la fase de convalecencia, implica una recuperación progresiva, aunque la tos puede persistir durante semanas.

En los bebés más pequeños -especialmente en menores de 6 meses- las complicaciones pueden ser graves: bronconeumonía, convulsiones, encefalopatía aguda e incluso daño neurológico permanente. Por su parte, los adolescentes y adultos con inmunidad parcial pueden cursar cuadros más leves, pero aun así actúan como transmisores eficientes del patógeno.

Ante este escenario, el Ministerio de Salud provincial reiteró la importancia de cumplir con el calendario de vacunación: las dosis correspondientes al primer año de vida, el refuerzo escolar y, especialmente, la inmunización durante el embarazo, que protege al recién nacido durante sus primeras semanas.

Con un aumento exponencial de casos y un brote que golpea principalmente a los más pequeños, las autoridades buscan frenar la circulación de la enfermedad fortaleciendo la prevención. Completar los esquemas, remarcan, es hoy la herramienta más efectiva para evitar nuevas muertes.

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